(Descripción debajo)
[showcase id=”670″]Este fin de semana fuimos dos miembros de la iglesia y yo a visitar a Xalmolapa (pronunciado “Cham-o-la-pa”) con el fin de desarrollar amistades con la iglesia filial que está ahí. Xalmolapa es una comunidad agraria de aproximadamente 200 personas, a mitades de la Ciudad de México y Oaxaca.
No conozco todos los detalles, pero antes de que el Pastor Odilón llegó a ser cristiano, vivía una vida “del mundo” y por consecuencia su familia corría el riesgo de fracasarse. Afortunadamente, él y toda su familia llegaron a conocer al Señor mientras que vivían en Phoenix, Arizona. En este entonces su familia experimentó un tiempo de sanación interior. Durante sus primeros dos años como un creyente, aumentó un deseo en su corazón para volver a la provincia de Guerrero, a su pueblo nata, Xalmolapa, para compartir la esperanza que brinde Jesús.
Dios abrió el camino, y hoy en esta comunidad hay una congregación pequeña, y aún una iglesia en que congregan.
Mientras que yo estaba ahí empecé a formar una amistad con la familia del pastor, y enseñé la escuela dominical de los niños el sábado y domingo. Tuve el privilegio de ir de senderismo en la montaña cercana con el hijo del pastor y su amigo- la mayoridad de las fotos son de ese viaje. También fuimos al pueblo cercano de Cualác para “echar porras” a la hija del pastor en la carrera a campo traviesa anual. También jugué algo del futbol más intenso que puedo recordar.
Comí las mejoras tortillas de maíz de toda la vida, conocí algunos platos nuevos, y aprendí algo como seis palabras nuevas que tienen que ver con los varios partes y etapas del maíz. No obstante, lo más importante de todo esto fue el privilegio de conocer un poco del testimonio del Pastor Odilón, y empezar una buena amistad con él y los otros miembros de la comunidad. Un día espero tener la oportunidad de volver.